Author name: schcom_uo1ppv

= PT Comunicação

A vocação do comunicador católico

Um livro de Schoenstatt na e para a Igreja Ir. M. Nilza lança obra sobre a missão do comunicador católico No dia 27 de maio teve lugar o lançamento do livro A Vocação do Comunicador Católico, escrito pela Ir. M. Nilza P. da Silva, do Instituto Secular das Irmãs de Maria de Schoenstatt. A obra editada e publicada pelas Editoras Santuário e Paulinas compõe a coleção Comunicação Pastoral, destinada aos comunicadores católicos, aos agentes da Pascom (Pastoral da Comunicação) e a todos os interessados pelo tema. Com apresentação de Cristiane Murray, Vice-Diretor da Sala de Imprensa da Santa Sé, o conteúdo do livro abordando temas como teologia, espiritualidade, propósito pessoal e missão. Com um toque schoenstattiano, Ir. M. Nilza busca uma reflexão sobre o chamado pessoal de Deus para comunicar e preparar encontros com Ele, Deus como a origem da comunicação, a Igreja com sua missão de comunicar, além do papel de Maria como educadora e modelo de comunicadora. Como nasce este livro? Ir. M. Nilza é jornalista e mestre em Filosofia da Linguagem. Atua como Coordenadora Nacional da Comunicação do Movimento Apostólico de Schoenstatt no Brasil, é membro da Equipe Internacional de Comunicação de seu Instituto. Desde 2022, também colabora com a CNBB (Conferência Nacional dos Bispos do Brasil), com palestras e formações na área da comunicação e espiritualidade. “Este convite surgiu de uma forma totalmente inesperada. Recebi um telefonema de um representante da Editora Santuário me dizendo que a Comissão de Comunicação da CNBB havia pensado em mim para escrever o terceiro livro da trilogia sobre comunicação. A proposta seria discorrer sobre a espiritualidade do comunicador, tema que eu já havia tratado em algumas palestras para Pascom”, explica a autora. O primeiro livro da coleção Comunicação Pastoral chama-se A Missão do Agente da Pastoral da Comunicação, e foi escrito por Dom Valdir José de Castro, bispo referencial pra Comunicação do Vaticano. Já o segundo livro, Pastoral da Comunicação em Chave Sinodal, escrito por Marcus Tullius, coordenador nacional da Pascom por muitos anos, e aborda a história da Pascom no Brasil, como implantá-la nas paróquias e materiais formativos para os agentes pastorais. Schoenstatt para Igreja O “sim” para o desafio nasceu da convicção de que participar deste projeto seria também uma forma de presentear o carisma de Schoenstatt para Igreja. “Nunca imaginei receber um convite destes vindo da CNBB. Respondi que sim, mas expliquei que escreveria a partir da minha espiritualidade e vivência da comunicação em Schoenstatt, afinal, ‘a boca fala do que o coração está cheio’”, relembra Ir. M. Nilza. A autora destaca que o livro é destinado a comunicadores católicos em todos os âmbitos, desde o que atuam na Pascom até os influencers, os missionários digitais, pois o principal ponto da obra não é tratar de termos técnicos, mas sobre a identidade e a beleza e responsabilidade da missão do comunicador católico. Atenção: alerta de spoiler Se você está curioso sobre o que pode encontrar sobre Schoenstatt no livro, temos um spoiler: “A importância desta obra é que podemos presentear à Igreja a espiritualidade do nosso Pai e Fundador, Pe. José Kentenich, e sua linha teológica já aplicada à comunicação. O que Pe. Kentenich viveu na prática comunicativa me remete muito ao que o Papa Francisco diz sobre uma comunicação que nasce de um encontro pessoal com Deus. Em um trecho do livro, tenho a oportunidade de apresentar Pe. Kentenich como um grande exemplo de comunicador”, adianta a autora. Onde encontro o livro? Baixe e faça uma degustação de leitura este livro O lançamento oficial pelo canal da Pascom Brasil, no YouTube O livro já pode ser adquirido nas lojas e plataformas digitais das editoras Santuário e Paulinas. Em breve, também estará disponível nas livrarias dos Santuários de Schoenstatt. Para adquirir o livro em outros países, basta solicitar pelo WhatsApp neste número: (Brasil) 55 800 016 0004. Fonte

= ES Comunicación

Formación de misioneros digitales con Mons. Lucio Ruiz – 31 mayo 2025

¿Estás misionando en los ambientes digitales?Quien tiene una misión ha de cumplirla Ver video: Extracto del encuentro de formación “Quien tiene una misión ha de cumplirla” – 31 mayo 2025 Preguntas: Francisco Sosa – Respuestas: Mons. Lucio Ruiz Estamos llamados a misionar en el ambiente digital.Quien tiene una misión ha de cumplirla.¿En qué momento vio la Iglesia que había que decir “es hora de salir a misionar las redes sociales”? La Iglesia nace misionera. Tiene una sola dinámica intrínseca: “Como el Padre me envió a mí, yo los envío a ustedes” Jn. 20, 21.  El ser misioneros nos viene con el bautismo. La dinámica de la evangelización se realiza en la Encarnación. El Verbo se hizo carne, se hizo cultura, se hizo lenguaje, se hizo historia.  ¿Cómo se conecta la Iglesia con la misión digital? Como lo hizo siempre. Ante nuevas realidades, la Iglesia sale a misionarlas.  Cuando la Iglesia se enferma, quiere que todos lleguen a ella. Cuando la Iglesia es sana, sale al encuentro del otro. ¡Vayan! ¡Vayan! ¡Vayan!  Las redes son un lugar teológico, sicológico, afectivo, espiritual y también material. Todos habitamos ese lugar. No puede ser que no haya un espacio donde el llamado de Jesús no anuncie la esperanza, donde no ilumine los corazones, donde no levante caídos, donde no se curen las heridas. Nos tenemos que enfocar en formar el corazón misionero del cristiano, y tanto más de los pastores. Nosotros nos dimos cuenta de la importancia de la misión digital, pero vimos que la Iglesia no estaba preparada, no sabía, no entendía. Luego vino “La Iglesia te escucha”, lo que ayudó mucho. La misión digital nace cuando nace la digitalidad. No fue orgánico ni sistemático, pero fue enamorado, misionero. Esto fue en todo el mundo, pero la Iglesia institucional no se enteraba.  Con “La Iglesia te escucha” despegó institucionalmente. Comenzamos con tres personas. La versión “escucha” fue con 244. Ahora somos más de 4000 los misioneros digitales que participan en la experiencia. Así pudimos darle al Sínodo en dos meses 180.000 cuestionarios llenos, por personas de 18 a 40 años, y el 30% no creyentes y alejados de la Iglesia. Más jóvenes y alejados de lo que el Sínodo tenía. Más periférico. Así la Iglesia se dio cuenta que ustedes existen. ¡Dijiste todos los puntos claves! Vimos las necesidades, los sufrimientos, la soledad, necesidad de formación. Con los 244, yo hice el Sínodo con ellos, y en todos surgían los mismos temas: la Iglesia no nos reconoce, no nos forma, que estamos solos, que nos reprenden porque piensan que esto no es evangelización.  Y entonces le presentamos al Papa y a los padres y madres sinodales esta nueva página misionera de la Iglesia.  Lean el capítulo 17 del Documento de la Primera Sesión del Sínodo sobre la Sinodalidad. Todos debemos leerlo. En la Segunda Sesión ya no hablaban más los dos representantes de la misión digital. Ahora hablaban los obispos sobre esta misión. Hablaban ellos ahora, como si la Iglesia la hubiera tenido siempre clarísimo. Es tan lindo lo que están haciendo ustedes como Movimiento. Felicitaciones de corazón. Todos hablan tan bien y con conceptos tan importantes. Se ve que tienen clarísimo en qué consiste ser misioneros, y la aplicación a la misión digital. ¡Excelente lo que han dicho! Ahora estamos estudiando para presentarle al Papa León consejos sobre cómo avanzar. Como decía Maura, el Jubileo de los Misioneros Digitales para crear el espíritu de familia, dimensión de familia. Que seamos un sentir de la Iglesia, un vivir misionero de la Iglesia. Todos, todos, todos… misioneros.  Salir en búsqueda del hermano que necesita compañía y esperanza. Cuando nos reunimos por primera vez los misioneros digitales en la Argentina, nos mostraron las necesidades de la gente, y esto nos voló la cabeza. Éramos 27. Luego ya 70 en Córdoba. Y vemos que esto se replicó en todo el mundo. Y nos preguntamos si necesitamos formación. Los misioneros siempre se formaron, porque tenían que responder a la cultura adonde iban, incluyendo especialmente la lengua y la cultura de los nativos.  Necesitamos conocer el lenguaje de los otros. Cómo hablarles. No basta predicar.  En Pentecostés, los apóstoles perdieron el miedo y salieron a predicar. ¿Cuál es el segundo elemento? ¡Que los entendieron en su propia lengua! Francisco, ante tu pregunta si necesitamos formación… ¡Absolutamente sí! Hay todo un mundo para aprender sobre aquellos a quienes evangelizamos y cómo hacerlo.  “Tenemos que aprender a estar presentes (en el mundo digital), a comunicar, a compartir con alegría, convicción, pero con alta calidad, como profesionales este mensaje del Evangelio”. Son palabras de León XIV antes de ser papa. Esto en relación a la misión, y a trabajar juntos. Ayudarnos a evitar discusiones que dividen en vez de que unan.  El paso de ser “nadie nos ve” a ser “ahora nos reconoce”, consistió en unirnos. Lo único que hizo “La Iglesia te escucha” es poner a todos juntos. Mostramos que en toda la Iglesia universal sucedía la misma cosa. Eso llamó la atención a los obispos. Antes no había acompañamiento.  “Padre, que todos sean uno como Tú y yo somos uno, para que el mundo crea que Tú me enviaste”. Jn, 17, 21. Es grave romper la unidad, como sucede a veces en las redes entre cristianos.  El que rompe la unidad está haciendo no creíble a Jesús como enviado del Padre.  Las peleas en las redes invalidan la credibilidad de Jesús.  Los cursos, encuentros como este, formación, máster, etc… todo lo que crea unidad nos une en la misión. ¿Cree Ud. que tenemos que crear una nueva manera de hablar el Evangelio y de la Iglesia? ¡Claro que sí! Siempre la manera de hablarlo es nueva. No solo por las distintas culturas, sino que también cada persona tiene su tiempo personal para seguir a Jesús. Tenemos que entender los tiempos de la persona para aplicar la pedagogía de Dios. Necesitamos un lenguaje nuevo, porque esta cultura es nueva..

Uncategorized

Meetings in the U.S. – Encuentros en EEUU

Miami, 25 de enero de 2025Gustavo Méndez-Belsay, Hennig Santa Misa y Celebración del Jubileo del Mundo de la Comunicación El Movimiento Apostólico de Schoenstatt en Miami se unió al Jubileo del Mundo de la Comunicación el pasado sábado 25 de enero. Con motivo de esta celebración, se llevaron a cabo diversas actividades, en las que se invitó a participar a comunicadores sociales profesionales, tales como periodistas, operadores de medios, directivos y directores de medios, miembros de juntas directivas, realizadores de video, diseñadores gráficos, redactores, encargados de relaciones públicas, administradores de redes sociales, técnicos de audio y video, entre otros. Las actividades comenzaron con un Rosario a la Mater de Schoenstatt, pidiéndole su intercesión para el éxito del evento. A continuación, se realizaron confesiones, Adoración del Santísimo Sacramento y, finalmente, la Santa Eucaristía, celebrada por el Padre Jorge Rubido, sacerdote diocesano. Los micrófonos de Radio Paz 830 AM y 96.1 FM se hicieron presentes en este significativo evento, con la participación de Angélica Duarte, moderadora del popular programa Con Dios al Volante, que se transmite cada tarde por la emisora católica del sur de la Florida. Junto a ella estuvieron los periodistas Belsay Hennig y Gustavo Méndez, moderadores del espacio Alianza de Amor, que se emite todos los domingos a las 6:30 p.m. por la misma emisora. En su homilía, el Padre Rubido destacó la importancia y la belleza de la misión de la comunicación, ya que Dios es el bastión de la comunicación: “Dios se nos da a conocer, se nos comunica y, para crear, usa el poder de la palabra”. Insistió en que las palabras pueden ser herramientas de construcción y por eso debemos comunicar la Buena Nueva del Señor. “Si comunicas, es porque te importa el otro, aquel que recibe tus palabras. Esa es la labor de los comunicadores: interesarse por los demás”, afirmó. El Padre Jorge recordó a los asistentes, entre los que se encontraban peregrinos, miembros del Movimiento de Schoenstatt y comunicadores de diversos medios, que el Santuario de Schoenstatt en la ciudad de Homestead ha sido designado por la Arquidiócesis de Miami como uno de los santuarios donde se podrá peregrinar para ganar la Indulgencia Plenaria. Además, invitó a todas las familias a acercarse, pues la Mater las espera. Santuario de Schoenstatt22800 SW 187 Av. Homestead – Fl 33170 CUENTAS INSTAGRAM: @Schoenstattfamilyofmiami @Radioalianzadeamor Para información adicional, favor contactar: Gustavo Méndez-Belsay HennigPeriodistas, conductores del programa de Radio “Alianza de Amor” del Movimiento Apostólico de Schoenstatt en Miami 305-910-5714

- EN Other news

Calendar of Jubilee 2025 events in Rome

Every 25 years the Church celebrates a jubilee to renew itself in the Holy Spirit as a prophetic Church. The last one took place in 2000 with Pope John Paul II. The Jubilee of the year 2025 will have several specific Jubilees during each month. A complete list of these events can be accessed by clicking on the image below. An important idea is to participate from the place where each one is, taking the specific Jubilees that most touch the essence of each group, parish, diocese, religious community or movement, and from that vocation, evangelize, taking the concrete mission to the peripheries, either locally or online. There is one jubilee missing here, of utmost importance for digital missionaries, as it is the Jubilee of Digital Missionaries and Catholic Influencers, which will take place on July 28 and 29, 2025 strategically just before the Jubilee of the Youth. These events can also be accessed through the calendar we offer below: Download the program:

- PT Outras Notícias

Calendário de eventos do Jubileu 2025 em Roma

De 25 em 25 anos, a Igreja celebra um jubileu para se renovar no Espírito Santo como uma Igreja profética. O último teve lugar em 2000 com o Papa João Paulo II. O Jubileu de 2025 terá vários jubileus específicos durante cada mês. A lista completa destes eventos pode ser consultada clicando na imagem abaixo. Uma ideia importante é participar de onde estiver, pegando os jubileus específicos que mais tocam a essência de cada grupo, paróquia, diocese, comunidade religiosa ou movimento, e a partir dessa vocação, evangelizar, levando a missão concreta às periferias, seja localmente ou online. Falta aqui um evento de extrema importância para os missionários digitais, que é o Jubileu dos Missionários Digitais e Influenciadores Católicos, que terá lugar a 28 e 29 de julho 2025, estrategicamente antes do Jubileu dos Jovens. Estes eventos também podem ser acedidos através do calendário abaixo: Descarregue o calendário

- DE Andere Nachrichten

Veranstaltungskalender des Jubiläums 2025 in Rom

Alle 25 Jahre begeht die Kirche ein Jubiläum, um sich im Heiligen Geist als prophetische Kirche zu erneuern. Das letzte Jubiläum fand im Jahr 2000 mit Papst Johannes Paul II. statt. Im Jubiläumsjahr 2025 wird es in jedem Monat mehrere besondere Jubiläen geben. Eine wichtige Idee ist es, von überall aus teilzunehmen und die spezifischen Jubiläen zu wählen, die das Wesen jeder Gruppe, Pfarrei, Diözese, Gemeinschaft oder Bewegung am meisten berühren, und von dieser Berufung aus zu evangelisieren und die konkrete Mission an die Peripherie zu tragen, sei es vor Ort oder online. Eine Liste dieser Jubiläen finden Sie, wenn Sie auf das unten stehende Bild klicken, aber es fehlt eine Veranstaltung, die für digitale Missionare von größter Bedeutung ist, nämlich das Jubiläum der digitalen Missionare und katholischen Influencer, das am 28. und 29. Juli 2025 stattfinden wird, strategisch gerade vor dem Jubiläum der Jugendlichen. Sie können auch die Veranstaltungen hier unten finden. . . Hier können Sie den Grossveranstaltungskalender herunterladen:

= DE Kommunikation

Influencers und Mission: Vatikanisches Dokument zur Seelsorge in den Netzwerken

. .En Francisco Sosa Das vom nachfolgenden Dokument vorgeschlagene Modell steht im Einklang mit den Soziallehren von Papst Franziskus, insbesondere in der Auswahl des Gleichnisses vom ‚Barmherzigen Samariter‘ (Lk 10,30–36), das er in Fratelli Tutti verwendet, um über Frieden und soziale Freundschaft zu sprechen. Daraus ergeben sich zwei Fragen, die ich zur kurzen Reflexion vorschlagen möchte: Kann man in den sozialen Medien für alle ein Nächster sein? Und in der Folge: Kann Gemeinschaft jenseits aller Unterschiede aufgebaut werden? Wer ist mein Nächster?  Um den „Anderen“, den „verwundeten Nächsten“ in den sozialen Medien zu definieren, zitiert das Dokument Franziskus: „Zu entscheiden, wer mein Nächster ist und wer nicht. Es liegt an mir, Nächster zu sein oder nicht – die Entscheidung liegt bei mir – es liegt an mir, ob ich für den Menschen, dem ich begegne und der Hilfe braucht, ein Nächster bin oder nicht, selbst wenn er ein Fremder oder mir gegenüber feindlich gesinnt ist“ (Fratelli Tutti, 55). Das Dokument nennt außerdem Beispiele für Unfrieden, etwa Auseinandersetzungen in sozialen Netzwerken – selbst unter Katholiken. Bei näherer Betrachtung zeigt sich, dass die Unterscheidung zwischen „einigen“ und „anderen“ nicht klar definiert ist – es geht nicht nur um Katholiken und Nicht-Katholiken oder um Gläubige und Nichtgläubige –, sondern ganz allgemein um jene „einigen“ und „anderen“, die streiten, kämpfen und einander beleidigen, ohne in Dialog, Evangelisierung oder Gemeinschaft einzutreten. Diese Unschärfe aufgrund fehlender Präzision ist weniger ein Mangel als vielmehr ein Reichtum: Der Aufruf besteht darin, Gemeinschaft über alle Unterschiede hinweg zu schaffen (innerhalb der Kirche sind, wie Franziskus oft sagt, „alle, alle, alle“ willkommen). Ohne dabei naiv zu sein, erscheint es jedoch oft schwierig, inmitten radikaler oder extremer Positionen wirkliche Gemeinschaft zu erreichen. Dabei denke ich nicht an Nichtgläubige oder Menschen anderer Religionen, sondern besonders an jene, die selbst römisch-katholisch sind. Zwar ist es auch richtig, dass Spannungen und Konflikte gesund sein können und dass es ein Fehler wäre, in einer „katholischen“ Kirche Uniformität zu verlangen. Gleichzeitig ist aber auch wahr, dass es Gruppierungen gibt (viele von ihnen sehr aktiv in den sozialen Medien), die ihre Meinungen polarisieren und so faktisch zu Förderern von Ausgrenzung und Hass werden. Wie können wir angesichts dieser Unterschiede Gemeinschaft sein und Gemeinschaft aufbauen? Gegen Ende schlägt das Dokument vor, Gemeinschaften in den sozialen Medien zu schaffen. Angesichts der oben genannten Probleme scheint es mir wichtig, an das Prinzip von Papst Franziskus zu erinnern: „Die Einheit ist dem Konflikt überlegen“ (Evangelii Gaudium, 226). Das Dokument unterstreicht die Bedeutung der Begegnung, des gemeinsamen Essens, der physischen Versammlungen, der Gemeinschaftsbildung und des Findens von Einheit, im Besonderen durch die Eucharistie. Doch ebenso wie der verletzte Mann am Wegesrand im Gleichnis vom Barmherzigen Samariter begegnen wir auch in den sozialen Medien Menschen, die nicht nur weit entfernt vom Glaubensleben sind, sondern auch keine Möglichkeit zu direkten persönlichen Begegnungen haben (sei es aus geografischer oder existenzieller Distanz). In diesem Sinne, im Einklang mit dem pastoralen Lehramt von Franziskus, ist es wichtig, sich daran zu erinnern, dass Zeit und Prozesse Vorrang haben vor den zu erobernden Räumen (Evangelii Gaudium, 222). Eine Evangelisierung, die auf doktrinärer oder disziplinärer Durchsetzung basiert – bei der „Wahrheiten ins Gesicht geschleudert“ werden –, hat keinen Platz mehr, und noch weniger im digitalen Raum. Soziale Medien dürfen nicht weiter Orte von Monologen sein, die sich als Dialoge tarnen – in Beiträgen und Kommentaren. Abschließend erinnert das Dokument daran: Die Kirche ist ihrem Wesen nach eine Gemeinschaft; wir evangelisieren nicht allein. Die Logik von Influencern, die isoliert und auf eigene Faust agieren, sollte im Christentum keinen Platz haben. Es ist dringend notwendig, nicht nur Netzwerke zu schaffen, sondern echte Gemeinschaft und Geschwisterlichkeit unter digitalen Evangelisierenden zu fördern. Es geht nicht nur darum, an der Eucharistie teilzunehmen oder Räume zu teilen, sondern darum, uns selbst als eine kirchliche Gemeinschaft zu verstehen, die sich in ihrer Verschiedenheit vereint und diese Vielfalt wirklich zu schätzen weiß und feiert: eine „synodale Versammlung“, die – vereint und vielfältig zugleich – das Reich Gottes und seine Liebe verkündet. Nachfolgend befindet sich die vollständige Abschrift des Dokuments: DIKASTERIUM FÜR DIE KOMMUNIKATION Auf dem Weg zu einer vollkommenen Präsenz  Eine pastorale Reflexion über den Umgang mit sozialen Medien 1) Im digitalen Zeitalter hat die Menschheit enorme Fortschritte erzielt, doch eine der bedeutendsten Fragen, die nach wie vor beantwortet werden muss, ist die Art und Weise, wie wir als Individuen und als kirchliche Gemeinschaft in der digitalen Welt als “liebende Nächste” leben können. Es geht darum, auf unseren gemeinsamen Reisen entlang der “digitalen Autobahnen” wirklich achtsam und aufmerksam füreinander zu sein. Die Fortschritte in der Technologie haben eine neue Ära menschlicher Interaktionen eingeläutet. Heutzutage dreht sich die Frage nicht mehr darum, ob man in der digitalen Welt aktiv ist, sondern vielmehr darum, wie man sich in ihr engagiert. Insbesondere die sozialen Medien haben ein Umfeld geschaffen, in dem Menschen wie nie zuvor Erfahrungen teilen und Beziehungen pflegen können. Allerdings wird die Kommunikation zunehmend von künstlicher Intelligenz beeinflusst, wodurch die Notwendigkeit entsteht, den Kern menschlicher Begegnungen neu zu entdecken. In den vergangenen zwei Jahrzehnten hat sich unsere Beziehung zu digitalen Plattformen unaufhaltsam gewandelt. Wir sind uns zunehmend bewusst geworden, dass diese Plattformen zu Räumen werden können, die wir aktiv mitgestalten können, anstatt sie bloß passiv zu nutzen. Es ist an der Zeit, das Bewusstsein dafür zu schärfen und die menschliche Begegnung in ihrer wahren Bedeutung wieder in den Fokus zu rücken. Junge Menschen – genauso wie ältere Generationen – fordern, dass man ihnen dort begegnet, wo sie sich befinden, einschließlich der sozialen Medien, da die digitale Welt “ein wichtiger Teil der Identität und der Lebensweise junger Menschen” ist. [1] 2) Viele Christen suchen nach Inspiration und Orientierung, da soziale Medien, die eine Ausdrucksform der digitalen Kultur sind, einen tiefgreifenden Einfluss sowohl auf unsere Glaubensgemeinschaften als auch auf unsere individuellen spirituellen Wege haben.  Weltweit gibt bereits zahlreiche Beispiele für ein treues und kreative Engagement in den sozialen Medien, sowohl von Seiten örtlicher Gemeinden als auch Einzelpersonen, die auf diesen Plattformen Zeugnis von ihrem Glauben ablegen, und das oft in einem größeren Umfang als

= PT Comunicação

Influencers e missão: um documento do Vaticano sobre o cuidado pastoral nas redes

Rumo à presença plena – Intro Francisco Sosa . O modelo proposto pelo documento está em consonância com a proposta do magistério social do Papa Francisco, especialmente na escolha da parábola do “Bom Samaritano” (Lc 10, 30-36), como ele fez em Fratelli Tutti ao tratar da paz e da amizade social. A partir disso, surgem duas questões que proponho para uma breve reflexão: é possível ser próximo de todos nas redes sociais? E, consequentemente, é possível construir comunidade para além de todas as diferenças? Quem é o próximo? Para definir o “outro”, o “próximo ferido” nas redes sociais, o documento cita Francisco: “para decidir quem é o meu próximo e quem não é. Depende de mim ser ou não próximo — a decisão é minha —, depende de mim ser ou não ser próximo da pessoa que encontro e que precisa de ajuda, mesmo que seja estranha ou até hostil” (FT 55). O texto também menciona como exemplos de discórdia as discussões que ocorrem nas redes, inclusive entre católicos. Além disso, ao fazer uma leitura transversal do documento, podemos observar que a diferença entre “uns” e “outros” não está claramente delimitada — ou seja, não se refere apenas a católicos e não católicos, nem sequer a crentes e não crentes —, mas sim àqueles “uns” e “outros” que discutem, brigam e se insultam, sem entrar em diálogo, evangelização ou comunhão. Essa ambiguidade na não definição pode expressar, não uma carência, mas uma riqueza: o chamado é para alcançar a comunidade, além das diferenças (dentro da Igreja, “todos, todos, todos”, como Francisco costumava dizer). No entanto, deixando de lado uma atitude ingênua, muitas vezes parece difícil alcançar a comunhão diante de algumas posições tão radicalizadas ou extremas. E aqui não me refiro a não crentes ou pessoas de outras confissões, mas, em particular, a próprios católicos romanos. E, ainda que seja verdade que a tensão e o conflito sejam saudáveis, e que seria um erro exigir uniformidade numa Igreja que é “católica”, também é verdade que há setores (muitos nas redes sociais) que polarizam suas opiniões, tornando-se até propagadores da exclusão e do ódio. Como ser e construir comunidade diante dessas diferenças? O documento propõe, ao final, a construção de comunidades nas redes sociais. Diante da questão levantada no ponto anterior, considero oportuno recordar o princípio bergogliano de que “a unidade prevalece sobre o conflito” (Evangelii Gaudium, 226). O texto reforça a importância do encontro, da partilha à mesa, do convívio presencial, gerando comunidade e encontrando-se na Eucaristia. No entanto, assim como o ferido à beira do caminho na parábola do Bom Samaritano, também encontramos nas redes sociais pessoas que estão muito distantes — não apenas de práticas eclesiais, mas também da possibilidade de um encontro presencial (seja por distância geográfica e/ou existencial). Nesse sentido, em consonância com o magistério pastoral de Francisco, é importante lembrar que devemos priorizar o tempo e os processos (EG 222), mais do que espaços a conquistar. A evangelização por imposição doutrinal e disciplinar, de “jogar verdades na cara” das pessoas, já não tem mais lugar — muito menos no espaço digital. As redes sociais não podem continuar sendo monólogos cruzados disfarçados de diálogos em postagens e comentários. Por fim, como o documento recorda, a Igreja é essencialmente comunidade; não evangelizamos sozinhos. A lógica dos influencers que atuam isoladamente não deveria ter espaço no cristianismo. É urgente gerar não apenas redes, mas comunidade e fraternidade entre evangelizadores digitais. Não se trata apenas de nos reunirmos para a Eucaristia ou para compartilhar espaços, mas de nos pensarmos como uma comunidade eclesial que se une nas diferenças e que verdadeiramente sabe apreciar e celebrar sua diversidade — reconhecendo-se como uma “assembleia sinodal” que anuncia, de forma una e plural, o Reino e o amor de Deus. A seguir, transcrevemos o documento completo: . DICASTÉRIO PARA A COMUNICAÇÃO Rumo à presença plena Uma reflexão pastoral sobre a participação nas redes sociais  1) Foram dados grande passos na era digital, mas uma das questões urgentes que ainda deve ser abordada é o modo como nós, enquanto indivíduos e comunidade eclesial, devemos viver no mundo digital com “amor ao próximo”, genuinamente presentes e atentos uns aos outros na nossa viagem comum ao longo das “rodovias digitais”.  Os progressos tecnológicos tornaram possíveis novos tipos de interações humanas. Com efeito, a questão já não é se, mas como devemos participar no mundo digital. As redes sociais são, em particular, um ambiente em que as pessoas interagem, compartilham experiências e cultivam relacionamentos como nunca antes. Mas ao mesmo tempo, dado que a comunicação é cada vez mais influenciada pela inteligência artificial, há necessidade de redescobrir o encontro humano em sua própria essência. Nas últimas duas décadas, nosso relacionamento com as plataformas digitais passou por uma transformação irreversível. Sobressaiu a consciência de que estas plataformas podem evoluir até se tornar espaços cocriados, não apenas algo que usamos de maneira passiva. Os jovens – assim como as gerações mais velhas – pedem para ser encontrados onde estão, inclusive nas redes sociais, pois o mundo digital é “parte integrante da identidade dos jovens e do seu modo de viver”.[1] 2) Muitos cristãos pedem inspiração e orientação, uma vez que as redes sociais, que representam uma expressão da cultura digital, tiveram um impacto profundo quer nas nossas comunidades de fé, quer nas nossas jornadas espirituais individuais.  Existem abundantes exemplos de participação fiel e criativa nas redes sociais em todo o mundo, tanto de comunidades locais como de indivíduos que dão testemunho da sua fé em tais plataformas, muitas vezes de maneira mais abrangente do que a Igreja institucional. Também existem numerosas iniciativas pastorais e educacionais, desenvolvidas por Igrejas locais, movimentos, comunidades, congregações, universidades e indivíduos. 3) A Igreja universal abordou também a realidade digital. Por exemplo, desde 1967 as mensagens anuais para o Dia Mundial das Comunicações Sociais têm oferecido uma reflexão contínua sobre o tema. A partir dos anos 90, estas mensagens abordaram o uso do computador e, desde o início dos anos 2000, refletiram de maneira

= EN Communication

Influencers and mission: Vatican document on pastoral care in the networks

. Francisco Sosa The model proposed by the document aligns with the social magisterium of Pope Francis, especially in the selection of the parable of the “Good Samaritan” (Lk 10:30–36), as he used it in Fratelli Tutti to speak about peace and social friendship. From this, two questions arise that I propose for brief reflection: Can one be a neighbor to everyone on social media? And, consequently, can community be built beyond all differences? Who is one’s neighbor? To define the “other,” the “wounded neighbor” on social media, the document quotes Francis: “To decide who is my neighbor and who is not. It is up to me to be a neighbor or not—the decision is mine—it is up to me to be or not to be a neighbor to the person I encounter who is in need of help, even if they are a stranger or even hostile” (FT 55). It also cites examples of discord such as arguments that occur on social media, even among Catholics themselves. Moreover, a closer reading of the document reveals that the difference between “some” and “others” is not clearly defined—it doesn’t refer only to Catholics and non-Catholics, or even to believers and non-believers—but simply to those “some” and “others” who argue, fight, and insult each other without entering into dialogue, evangelization, or communion. This ambiguity for the lack of a precise definition does not express so much of a deficiency, but a richness: the call is to build community beyond differences (within the Church, “everyone, everyone, everyone” is welcome, as Francis often says). However, putting aside any naïveté, it also often seems difficult to achieve communion in the face of such radicalized or extreme positions. And here I am not thinking of non-believers or people of other faiths, but in particular among those who are Roman Catholic themselves. And while it is also true that tension and conflicts are healthy, and that it would be a mistake to demand uniformity in a Church that is “catholic,” it is also true that there are sectors (many of them active on social media) that polarize their opinions and become, in fact, promoters of exclusion and hatred. How can we be and build community in the face of those differences? Toward the end, the document proposes building communities on social media. In response to the issues mentioned above, I believe it is important to recall the principle from Pope Francis that “unity prevails over conflict” (Evangelii Gaudium, 226). The document reinforces the importance of encounter, of shared meals, of in-person gatherings, forming community, and finding unity with each other, especially in the Eucharist. However, like the wounded man by the side of the road in the parable of the Good Samaritan, we also encounter people on social media who are far removed not only from the practice of the faith, but also from the possibility of face-to-face encounters with others (whether due to geographical or existential distance). In this sense, in line with the pastoral magisterium of Francis, it is important to remember that we must prioritize the time and the processes (EG 222) more than merely the spaces that must be conquered. Evangelization based on doctrinal or disciplinary imposition, of throwing truths in people’s faces, no longer has a place—much less so in the digital space. Social media simply cannot continue to be the place of monologues passing one another, disguised as dialogue in posts and comments. Lastly, as the document reminds us, the Church is essentially a community; we do not evangelize alone. The logic of influencers who act in isolation and on their own should have no place in Christianity. There is an urgent need not only to create networks, but to build community and fraternity among digital evangelizers. It’s not just about coming together for the Eucharist or sharing spaces, but about thinking of ourselves as an ecclesial community that unites in difference and truly knows how to appreciate and celebrate its diversity: recognizing itself as a “synodal assembly” that announces–in a way that is both united and diverse–the Kingdom and the love of God. Below is the full document transcription: . DICASTERY FOR COMMUNICATION Towards Full Presence A Pastoral Reflection on Engagement with Social Media 1) Great strides have been made in the digital age, but one of the pressing issues yet to be addressed is how we, as individuals and as an ecclesial community, are to live in the digital world as “loving neighbours” who are genuinely present and attentive to each other on our common journey along the “digital highways”.  Advancements in technology have made new kinds of human interactions possible. In fact, the question is no longer whether to engage with the digital world, but how. Social media in particular is an environment where people interact, share experiences, and cultivate relationships unlike ever before. At the same time, however, as communication is increasingly influenced by artificial intelligence, there arises the need to rediscover the human encounter at its very core. Over the last two decades, our relationship with digital platforms has undergone an irreversible transformation. An awareness has emerged that these platforms can evolve to become co-created spaces, not just something that we passively use. Young people – as well as older generations – are asking to be met where they are, including on social media, because the digital world is “a significant part of young people’s identity and way of life.”[1] 2) Many Christians are asking for inspiration and guidance since social media, which is one expression of digital culture, has had a profound impact on both our faith communities and our individual spiritual journeys.  Examples of faithful and creative engagement on social media abound around the world, from both local communities as well as individuals who give witness to their faith on these platforms, oftentimes more pervasively than the institutional Church. There are also numerous pastoral and educational initiatives developed by local Churches, movements, communities, congregations, universities, and individuals.  3) The universal Church has also

= ES Comunicación

Influencers y misión: documento del Vaticano sobre la pastoral en las redes

Hacia una nueva presencia – Intro y documento Francisco Sosa El modelo propuesto por el documento se ubica en línea con el planteo del magisterio social de Francisco, especialmente en la elección de la parábola del “Buen Samaritano” (Lc 10, 30-36) como lo hizo en Fratelli Tutti para la paz y la amistad social. De aquí se desprenden dos cuestiones que propongo para reflexionar brevemente: ¿se puede ser prójimo de todos en las redes sociales? Y, consecutivamente, ¿se puede construir comunidad más allá de todas las diferencias? Quién es el prójimo Para definir al “otro”, al “prójimo herido”, en las redes sociales, el documento cita a Francisco: “para decidir quién es mi prójimo y quién no lo es. Depende de mí ser o no prójimo —la decisión es mía—, depende de mí ser o no ser prójimo de la persona que encuentro y que tiene necesidad de ayuda, incluso si es extraña o incluso hostil” (55) y cita como ejemplos de discordia discusiones que se dan en las redes incluso entre mismos católicos. Aún más, haciendo una lectura transversal del documento, podemos observar que la diferencia entre “unos” y “otros” no está claramente delimitada, es decir, no se refiere solamente a católicos y no católicos, ni siquiera a creyentes y no creyentes, sino tan solo a aquello de “unos” y “otros” que discuten, que se pelean e insultan, sin entrar en diálogo, evangelización o comunión. Esta ambigüedad en la no definición puede manifestar, no una carencia, sino una riqueza: el llamamiento se dirige a lograr la comunidad, más allá de las diferencias (dentro de la Iglesia “todos, todos, todos” como dice Francisco a menudo). Sin embargo, abandonando una actitud ingenua, también a menudo parece difícil lograr la comunión frente a algunas posiciones tan radicalizadas o extremas. Y no pienso aquí en no creyentes o de otras confesiones, sino en particular en mismas personas católico-romanas. Y si bien es cierto también que la tensión y el conflicto son sanos, y que sería un error pedir uniformidad cuando la Iglesia es “católica”, también es cierto que hay sectores (muchos en las redes sociales) que polarizan sus opiniones convirtiéndose, incluso, en propagadores de la exclusión y del odio. ¿Cómo ser y hacer la comunidad frente a esas diferencias? El documento propone hacia el final construir comunidades en las redes sociales. Y frente al planteo hecho en el punto anterior, creo que conviene recordar el principio bergogliano de que “la unidad prevalece sobre el conflicto” (EG 226). El documento refuerza la importancia del encuentro, la comida, el compartir de forma presencial, generando comunidad y encontrándose en la Eucaristía. Sin embargo, al igual que herido al costado del camino en la parábola del buen samaritano, también nos encontramos en las redes sociales con personas que están muy alejadas no sólo de prácticas eclesiales, sino también de posibilidad de encuentro presencial (ya sea por distancia geográfica y/o por existencial). En este sentido, en línea con el magisterio pastoral de Francisco, es importante recordar que debemos priorizar el tiempo y los procesos (EG 222), más que espacios a conquistar. La evangelización de imposición doctrinal y disciplinar, de tirar por la cabeza verdades, ya no tiene lugar, mucho menos lo tiene en el espacio digital. No pueden las redes sociales seguir siendo monólogos cruzados disfrazados de diálogos en posteos y comentarios. Por último, como recuerda el documento, la Iglesia es esencialmente comunidad, no evangelizamos solos, la lógica de los influencers que actúan en solitario y aislados no debería tener lugar en el cristianismo. Urge también generar no sólo redes, sino comunidad y fraternidad entre evangelizadores digitales. No es sólo encontrarnos para la Eucaristía o para compartir espacios, sino pensarnos como comunidad eclesial, que se une en las diferencias y que sabe verdaderamente apreciar y celebrar su diversidad, que se reconoce “asamblea sinodal” que anuncia, de manera una y plural, el Reino y el amor de Dios. A continuación transcribimos el documento completo: DICASTERIO PARA LA COMUNICACIÓN Hacia una plena presencia -Reflexión pastoral sobre la interacción en las Redes Sociales 1. En la era digital, la humanidad ha dado grandes pasos hacia adelante; pero una de las cuestiones urgentes que aún quedan por abordar es cómo podemos vivir en el mundo digital -en cuanto individuos y en cuanto comunidad eclesial-, con amor al prójimo, estando presentes de manera auténtica, atentos los unos a los otros en nuestro viaje común por las “autopistas digitales”. Los avances en la tecnología han hecho posibles nuevas formas de interacción humana. De hecho, la cuestión ya no es si interactuar o no con la cultura digital, sino cómo hacerlo. Las redes sociales, en especial, son ambientes en los que las personas interactúan, comparten experiencias y cultivan relaciones como nunca se había hecho antes. Sin embargo, a medida que la comunicación se ve cada vez más influida por la inteligencia artificial, se plantea la necesidad de redescubrir el encuentro humano en su esencia misma. En las dos últimas décadas, nuestra relación con las plataformas digitales ha sufrido una transformación irreversible: ha surgido la conciencia de que estas plataformas pueden evolucionar para llegar a ser espacios creados conjuntamente, y no solo algo que usamos de forma pasiva. Los jóvenes -y también las generaciones de más edad- piden que vayamos a su encuentro allí donde están, incluidas las redes sociales, ya que el mundo digital es “una parte significativa de la identidad y del estilo de vida de los jóvenes”[1]. 2. Muchos cristianos solicitan inspiración y guía, porque las redes sociales, que son una de las expresiones de la cultura digital, han ejercido un profundo impacto en nuestras comunidades de fe y en nuestras trayectorias espirituales personales. Los ejemplos de interacción fiel y creativa en las redes sociales abundan en todo el mundo, tanto por parte de comunidades locales como de personas que dan testimonio de su fe en estas plataformas, con frecuencia de modo más difusivo que la Iglesia institucional. Asimismo, existen numerosas iniciativas pastorales y educativas desarrolladas por Iglesias locales, movimientos, comunidades, congregaciones, universidades e individuos. 3. La Iglesia

Scroll to Top